he sacado este texto del blog de Jesús Urceloy, un tipo amable y un poeta admirable con quien apenas me he cruzado un par de veces en alguna presentación y siempre me ha caído bien. no tiene desperdicio. es del también poeta Luis Felipe Comendador. con su permiso.
Ya no se habla de ciervos en los poemas, ni de corzos, ni de telas adamascadas, ni de umbrías procelosas, ni del añil hecho ojos… y si se habla en alguno, resultará como uno de esos cuadros baratos con escenas de caza que se colocan en los salones de las casas pobres con ínfulas extrañas… a no ser que el ciervo sea un cabrón con los ojos caídos, deshecho en alcohol y berreando por las ciervas más putas del territorio, un ciervo que duerme entre cartones en las noches de invierno junto a un cajero automático y que te pide a la salida del supermercado la moneda que metiste en el carrito para sumar a otras con las que comprar su dosis diaria…
La poesía ya no se hace a golpes de A-B-B-A o con la danza esférica del ia/ia-on/on-ento/ento, y si se hace, resultará una cursilería de padre párroco o un no poder de jovencita caliente y moderada… Ahora parece que todo debe ser prosaico y ocurrente a la vez, como el Cristo sobre la cama de un pederasta, o la mujer soltera con su mano metida hasta la muñeca en su sexo…¿Hemos perdido el norte?… y yo qué sé…
Solo anoto que me llegan escritos cortados al azar en su estructura, sin puntuación, sin tildes, sin ortografía posible, sin un solo pellizco de ritmo, sin música… y sus autores me indican con emoción que son sus mejores poemas (¡), pero yo solo veo basura infecta que ni siquiera apunta un proceso simple, ni un ápice de sensibilidad, ni siquiera una brizna de emoción.Y todo esto lo aceptaría si quien me castiga con sus cosas me demostrase que dómina la técnica y que, igual que es capaz de perpetrar bazofia, lo es también de dibujar un soneto con gracia, incluso me bastaría con un pareado aceptable, solo un pareado con el que yo intuyese que conoce la música y su camino para poderlo romper cuando le dé la gana.
Jóvenes que escriben sin haber leído y sin haber vivido, pero que se creen con el poder de la palabra, con todo el poder de la palabra… me da la risa, coño. En fin, que estaré equivocado, seguro; pero no puedo callar ante la mierda de los nuevos narcisos, jovencitos, engolados, ávidos de edición y de palmadas en la espalda, locos por figurar… que no está mal si se han sabido hacer antes lo deberes, coño.Poetas sin esfuerzo, sin vida detrás, sin horas de escritura, sin otra formación que sacarle a sus padres billetes del monedero para gastarlos en birras y hachís, en chaquetas oscuras y grandonas, en tatuajes y en teléfono móvil… poetas que aún no están ni en pañales y se atreven [por eso se atreven] a juntar cuatro palabras mal escritas y mostrarlas al mundo con carita de Baudelaire [al que no han leído jamás] y con swing de Bukowski [si supieran lo que dijo de ellos, le nombrarían menos]… haced el favor de no enviarme vuestras cosas, porque irán directas a mi papelera para insultar a los deshechos que ya contiene.
Y no me siento mal por escribir esto, nada mal, a pesar de que muchos piensen que soy un petulane y un estupido, un pagado de mí mismo… no me siento mal porque creo que hay demasiado consentimiento en nuestro tiempo y a los jóvenes que quieren escribir hay que enseñarles antes a ser duros consigo mismos, hay que apretarles el gañote para que sientan miedo y hasta desprecio, para que no crean que todo consiste en contemporizar y sonreír, para que se avergüencen con decencia de sus palabras mal escritas y reconsideren que ‘decir’ no consiste en escupir sin más. Son ya demasiados años de aprendizaje, de hostias recibidas, de humillaciones y de sonrisas falsas… tantos años, que me quedo muy feliz de poder decir que hay una generación excesivamente poblada de poetas vacíos, inexistentes, malos de atar, imbéciles y necios… y aunque yo fuera uno de ellos, que quizás lo sea, eso no le quita valor a mis palabras ni se lo pone a su absurda y molesta existencia.Que ya voy mayor, coño.
yo sólo añadiría que el problema no es de los poetas desconocidos que quieren medrar. al fin y al cabo la ambición es un defecto/virtud humano. el problema es de los poetas que publican con frecuencia y, aun así, escriben fatal. eso se llama jeta, conformismo, chupar del bote, cobardía. conozco uno a quien no le interesa la Generación del 27, ni la ha leído. y ha publicado más libros que Pedro Salinas en toda su vida. como diría un viejo amigo, ¡cuánto daño ha hecho Bukowski! (aunque su cita mencionaba a Bécquer).
1 comentario:
Un texto bastante interesante. Sí señor.
Un saludo
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