18.4.07

la sombra

tú eres mi sombra,
que soporta mi cuerpo
andando en un parque desierto.

yo soy tu sombra,
que acaricia tus pies
perdidos en el mercado.

sin ti,
mi cuerpo no se mueve
(y el movimiento es la vida).

pero a veces no hay sol
y entonces no hay sombra.

y sin la sombra temo
no volver a casa
a tiempo de encender la lámpara
que adivine cuánto te necesito,
la lámpara que pueda crear
(aunque sea artificialmente)
la sombra de tu alma
junto a estas palabras.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Aunque no haya sol, hay sombras que siguen estando ahí. Son especiales porque te siguen siempre, hasta en los rincones más oscuros y desiertos. Seguro que esta es una de ellas. Mil besos

Vanlat dijo...

¿Por qué me robas dos lágrimas?

Luzamarga dijo...

Bellísimo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hay sombras buenas que nos acompañan y nos dicen cosas sabias,
sombras malas que nos atormentan y tiranizan nuestras vidas,
sombras que se van y no vuelven (como la de Peter).
Las sombras son un poco como Pepito
ya me entiendes quien
ese chiquitito
que estaba con el niño de madera
y nariz cambiante
Las sombras se ganan nuestro aprecio o nuestro odio mas profundo
Sombras a las que mucha gente no presta atencion y pasan desapercibidas
Sombras que sin la luz de los ojos que las miran no existen

gloria dijo...

No hay artificios entre luces y sombras... y mucho menos en estas palabras. Lo que hay es poesía, poema firmamento es esto.

(puedes estar seguro que continuaré otro día)