31.8.07

descorchando vino nuevo, I

nunca debería jugar de visitante pero
tú, piadosa, trajiste a tu pareja de la mano
me miró con odio
pediste comprensión, un acuerdo
no soy capaz de amar y hacer política
y entonces estalló
la ciudad cubierta de agua hasta ahogar las ventanas
cuerpos muertos que contaminan el aire
yo intentaba salvar algún niño
entre aviones enormes rozando nuestras cabezas
y un callejón que conduce a una vista hermosa de la catedral
y la plaza desierta y agorafóbica
y unas escaleras en el suelo
que conducen al infierno del vino
y timbas de póker
acosado por una mujer tan vieja
como la vida
tan huesuda como una daga
tan pálida como el adiós.

despidiendo lo aprendido, I

desde la loma de este parque
puede verse una gran carretera
de ida y vuelta
y mil vías de tren
como cicatrices en el destino.

los coches no paran de moverse
no hay descanso
ni silencio,
un contínuo ir y venir
y me pregunto dónde irán,
para qué necesitan ir tan deprisa,
realmente no hay grandes cosas
que hacer en la vida
ni grandes sitios donde ir
lejos de uno mismo.

y se mueven incesantes
como una hilera de hormigas,
pero
las hormigas al menos tienen sentido:
salen a por comida,
la almacenan,
se reproducen,
y son ordenadas,
deberían aprender de ellas.

¿realmente creerán esos coches
que con sus viajes
están haciendo algo
interesante?

29.8.07

día de muertes

ha muerto Paco Umbral, el escritor que más he admirado.

Sevilla llora la muerte de Antonio Puerta, futbolista.

se cumplen años de la muerte de Manolete (a Umbral le habrá hecho gracia morir el mismo día).

un obrero ha muerto al caerle encima un ascensor.

Hemingway inmortalizó aquello que no pudo John Donne con su cita "la muerte de cualquier hombre me disminuye..." antes de Por quién doblan las campanas. Pero esa cita es demasiado idealista. La muerte de cualquier hombre no es igual a la de otro. Todos los hombres no son iguales, no viven igual, no mueren igual. Ni reciben el mismo trato ni la misma importancia.

Hay muertes que no me disminuyen, ni siquiera me afectan. Otras sí, como la del obrero. Y algunas que nos hacen crecer, como la de los dictadores.

Mi recuerdo hoy para ese obrero anónimo.

10.8.07

aquí ahora

vas a tener q pensar algo, chico, pq el miedo te está atenazando y el sol no es eterno. ¿pero qué quieres que haga? la gente tampoco parece saberlo, pero gira a tu alrededor como si supieran donde van, así q tampoco te preocupes por eso. una hoguera sí, eso es, una hoguera de San Juan, pero si tú no celebras San Juan, ya, pero a mí qué más me da, además ya ha pasado de fecha, bueno, yo lo celebro cuando quiero, además no es una celebración, es sólo una hoguera, una hoguera de ¿Brassens?, no ,en todo caso de Javier Krahe, le saludaste el otro día, sí, en la puerta del Café Central, buena gente, sí, es como hablar con un vecino, sí, ya me ha pasado antes con otros, una hoguera, ay, para echar papeles, muchos papeles, escritos, emborronados, pintados, notas, muchas notas, fotos a contratiempo, espacios sin ocupar, demasiado grandes en tu cabeza demasiado pequeña, qué bueno deshacerte de tantas historias sin contar, es como borrar teléfonos de la agenda, despeñar por el acantilado los carneros q te provocan, sí, es recofortante, perder lastre, olvidar recuerdos y palabras, sobre todo palabras, y encima las peores, las no escritas, las que aún están incrustadas en el cerebro, sí, quemémoslas, como se queman las pruebas de un delito, ¿sabes lo que estás escribiendo? no tengo ni puta idea, pero sé que hay gente q vive sin libros y sin ropa, ¿y cómo debe ser? no sé, estoy escribiendo sobre ello, mejor di que llevas dos años imaginándolo, y ¿qué acabo de decirte? lo mismo, para el caso, lo mismo. debe ser divertido vivir sin nada, debe serlo. girar y parar y luego girar... no, es lo que llevas en el equipaje, ¿ahora quieres que no te entiendan? ¿para qué? a nadie debe importarle mucho, si no, no estaría aquí ahora.

no infarto

tu estela sigo
inevitablemente
corazón herido
huye muy lejos
dolores, sudor frío,
pinchazos,
cateterismo,
jeringas,
medicinas,
antiagregantes,
desnudo el pecho
cables que crecen entre el vello
como mala hierba
y el mismo hospital
la misma habitación
las mismas enfermeras
sigo tus pasos
como el genoma que nos une
inevitablemente
y nuestra propensión a la tragedia
pero no te preocupes
aunque tú no lo sepas
(no te lo enseñaron)
los dioses nunca abandonan a sus héroes.

salve, dionisos,
protege con vino
las arterias
del consagrado por los augurios.